Ante ciertas críticas, pero no nuevas, a Del Bosque en la fase preparatoria para la Eurocopa de fútbol por, entre otras, el modo en cómo gestiona la Selección y los criterios que le llevan para separar a ciertos jugadores, pero mantener y defender a otros, hagan lo que hagan, y digan lo que digan, el entorno del señor marqués da como respuesta, que refleja un profundo amálisis del problema: «los que ahora critican serán los primeros en subirse al carro cuando ganemos».

Pero ese carro no va a existir en esta Eurocopa. Todo porque Del Bosque, que podrá haberse ido por la puerta grande tras el Mundial de Sudáfrica, sigue aferrado al puesto. Como explicación dijo una vez que el también tiene que mirar por el pan de sus hijos (!?), como si tras haber sido jugador y entrenador del R. Madrid y seleccionador durante mucho tiempo no tuviera un duro en el banco. Desde hace unos tres años Del Bosque ha conseguido que el juego de la selección haya ido empeorando continuamente y, junto a favoritismos y concesiones a jugadores que desean separatismos, todo ello ha ocasionado un desinterés en aumento de lo que haga esa peculiar e insulsa Selección de España (la Roja para los que no se atreven o les cuesta mucho decir el nombre de su pais). En la Eurocopa veremos, una vez más, que Del Bosque pondrá cara de póquer durante los partidos, no encontrará respuestas a lo que sucede en el campo y lo más que hará será levantarse del banquillo, gesticular algo, para sentarse de nuevo y encomendarse a Santa Rita. Juan Fernández Sánchez. Stuttgart (Alemania)