Cuando Nietzsche certificó la muerte de Dios, hordas enteras de eruditos cristianos se lanzaron a arañar la filosofía del pensador alemán en una actitud propia de viejecitas histéricas. La obra de Nietzsche ha sido manipulada hasta considerarle uno de los pilares del nazismo, pero lejos de esta manipulación interesada, en su obra podemos encontrar conceptos que hoy en día se me antojan más que necesarios para explicar el comportamiento humano. El domingo ocho millones de personas saturadas de información votaron al PP y eso ocasionó reacciones en contra de dichas personas. Fuera de insultos y calificativos innecesarios que además considero extemporáneos, con el concepto de la moral de los esclavos podríamos, sin necesidad de descalificar ni insultar, definir el por qué de la gran mayoría de los votos del PP. El comportamiento del esclavo es sumiso, basado en valores que favorecen el control de los impulsos vitales y que son predicados e impuestos por aquellos que ni los comparten ni los mantienen: los señores. Liberar a los esclavos nunca ha sido tarea fácil, la esclavitud da una seguridad a la que sólo se puede combatir con una moral más elevada, con aquello que Nietzsche llamaba «humano, demasiado humano».

Quizá el mejor ejemplo dramatizado de la moral del esclavo del votante del PP, lo encontremos en la película Viridiana de Buñuel, y la maravillosa escena del perro Canelo, cuyo visionado recomiendo tanto a estos votantes como a los políticos de otros partidos, que les tratan de una manera reverente durante la campaña y ahora les insultan, cuando con su propaganda sonriente y cristiana no han hecho otra cosa que divulgar el mismo evangelio de amor y felicidad que esclaviza a la humanidad. Alfredo Alba Marín. Marines