Me ha llamado poderosamente la atención una encuesta periódico entre los lectores del diario, según la cual, más del 62 % estaría de acuerdo en un nuevo adelanto electoral frente al 24 % que vería con buenos ojos que el PSOE se abstuviera en la investidura y que gobernara el PP en minoría. Y solo un 14 % apoyaría una gran coalición PP-PSOE. Resulta muy reveladora del sentir de una mayoría de españoles.

Creo que sería un grave error no dejar gobernar al PP, que no sólo ha revalidado su triunfo en las elecciones del 26J, sino que, además, lo ha hecho con más apoyo popular, consiguiendo 14 escaños más que en los anteriores comicios. Tanto el PSOE como Ciudadanos han obtenido menos apoyos del que obtuvieron el 20D. Cierto es que el PSOE, pese a perder 5 escaños ha conseguido, de momento, evitar el sorpasso por parte de Unidos Podemos, que ha perdido más de 1 millón de votos. La alianza con IU le ha pasado factura en términos electorales, aunque los podemitas lo atribuyen a la campaña del miedo, auspiciada, según ellos, por los medios de comunicación, sin el menor atisbo de autocrítica ni de que tampoco se hayan asumido responsabilidades a nivel político, más allá de extirpar «las malas hierbas» si no se resuelve la pugna interna que enfrenta a Pablo iglesias e Iñigo Errejón.

Responsabilidad es una palabra que ha caído en claro desuso, sobre todo entre la clase política. También en la ciudadanía. No hubo responsabilidad tras el 20D, cuando era posible el cambio en este país con un gobierno progresista y reformista por la soberbia personal de Pablo Iglesias, quien lejos de prestar su apoyo al PSOE para que pudiera gobernar, prefirió un adelanto electoral, so pena de perder apoyos y de fortalecer a la derecha, como así ha ocurrido. Patricio Simó. Valencia.