Soy una valenciana que está orgullosa de serlo. Pero veo que en mi tierra, con los sistemas y las leyes de estos gobernantes casi no se puede vivir. Ni mi hijo „de 41 años„ ni mi nieto „de 28„ encuentran trabajo. Y se pueden imaginar ¿quién les mantiene? ¡Yo, la abuela! Resulta que como me entran dos pagas debo abonar a Hacienda más de 2000 euros... y los estudios de mi hijo y nieto, ¿quién los paga? Yo. Y, desde luego, después de haber trabajado muchos años debería estar tranquila y tener una vejez que me he ganado con mucho esfuerzo.

Tengo muy buenas amistades aquí, en España, y fuera de España. Resulta que estos gobernantes se inventan leyes para sacar el dinero de donde sea. Pero es una vergüenza que lo hagan con las personas más débiles y que les sacan las castañas del fuego. Mª Amparo Zanoleth. Valencia.