Joan Ribó visitaba días atrás las calles de los Poblados Marítimos. Un vecino se le acercó y le preguntó cuándo iban a comenzar las obras del maltrecho Cabanyal. El alcalde le respondió que no iban a dejar a toda esa gente en la calle. Hay que recordarle que sus promesas en campaña eran que invertirían para darle mayor prestigio al barrio, lo que no hizo el Partido Popular. Después de un año al frente de la Alcaldía, no se han visto progresos ni cambios arquitectónicos, ni en el Cabanyal ni tampoco en el Canyamelar. Para hacer falsas promesas y no cumplirlas, más vale ser cauto y no mentir. Matilde Bartual Sánchez. Valencia.