Este es el lema que ha adoptado la EMT para lanzar su campaña informativa sobre el cambio de itinerarios en las líneas de autobús urbano de Valencia. El día 28 de julio, sobre las 15:20 acudí a la parada nº2072 ubicada en la calle Nou d´Octubre para tomar el autobús 73 hacia el centro de la ciudad. Tras esperar algo así como 20 minutos sin que llegara, llamé al teléfono de atención al cliente de la compañía. Me dijeron que el autobús esperado tardaría 11 minutos (!) a añadir a los 15 ó 20 que llevaba esperando. Pasado este tiempo, más o menos y sin que apareciese el autobús 73, opté por tomar el 95 que no era el que me convenía, como mal menor.

Hubo un ministro que recomendaba hacer los experimentos con gaseosa; lo mismo me parece que debían aplicarse los responsables de la EMT y de la Concejalía de Movilidad, y estudiar detalladamente las cosas antes de tomar decisiones, como poco, controvertidas. Teníamos una línea 81 bastante eficiente, pero de largo recorrido, que parece que es lo que no les gusta a los nuevos gestores. Incluso hubo una época que tenía una versión corta hasta el Mercado Central y otra larga hasta el Hospital General. Deberían reconsiderar las modificaciones que, por mucho que digan que se ha incrementado el número de viajeros, no cuentan con la aprobación de muchos usuarios. Juan F. de Scals Pellicer. Valencia.