Desde hace algunos días, miles de alumnos defienden tu trabajo final de grado, que tanto esfuerzo les ha costado realizar, muchos con la esperanza de entrar al máster deseado. Si bien la nefasta organización de la Politécnica de Valencia no se lo va a poner nada fácil, puesto que de las cuatro fechas posibles de defensa, tan solo una de ellas entra dentro del plazo de las consideraciones académicas, quedando el resto de titulados de las otras convocatorias en lista de espera.

Sé lo que pensáis: hay una fecha que si entra dentro del plazo, pero si pensamos en escuelas como Diseño que alberga a cinco titulaciones, el presentarse a la primera tanda todos los alumnos es algo imposible. ¿Y qué es lo que hace el rector? Nada, pues a día de hoy aún espero que conteste a los correos en los que le planteo dicha situación sin resultado alguno, pues parece que lo más importante es venderle la moto a nuevos alumnos de que pongan su futuro en esta universidad, pues es la número 1 en el ranking de Shanghái.

Rankings que no deberían importar, pues a mi parecer el alumno es el futuro de la universidad y no una tabla de posiciones. Pero la universidad es algo como este país en el que vivimos: solo se acuerdan de nosotros cuando hay que votar. José Javier Ballester Rodríguez. Valencia.