A más de uno nos hace gracia ese «estamos trabajando duro para llegar a un acuerdo» que los políticos en funciones nos sueltan para justificar su ineficacia y su egolatría. ¿Qué les parecería a sus señorías que el resto de españoles actuáramos de igual forma en este curso que va a dar comienzo?

Es de vergüenza que aún estemos sin Gobierno y es la prueba de que estos políticos que nos representan no merecen el encargo que todos los españoles les hemos dado. Si a la segunda no son capaces de llegar a un acuerdo, sólo les queda una salida: la dimisión y no la convocatoria de unas terceras elecciones. Con semejante grupo de personas, eso de que a la tercera va la vencida no se lo cree nadie.

Y si ellos no se van, algo tendremos que hacer para que se vayan. ¿Y si decidiéramos seguir de vacaciones hasta que ese «trabajar duro» dé lugar a un nuevo Gobierno? Si esta nueva clase política considera que reunirse tres horas al día, con bebida fresca, aire acondicionado y sillas blanditas, es "trabajar duro", apañados vamos si pretendemos que nos saquen de esta crisis que no es tan solo económica. ¿No creen? Jesús Asensi Vendrell. Algemesí.