Hace 60 años que vengo a las playas del Carraixet. Mi padre y sus amigos tenían una caseta pesquera en la desembocadura. Desde que me jubilé, durante todo el año vengo a caminar y a veces a pescar. Hace unos días, a primera hora de la mañana, una señora que llevaba su perro suelto como el 99% hacen, incluidos perros de razas peligrosas, lanzó su pelotita hacia donde yo estaba pescando. El perro llegó a donde yo tenía mi silla, revolvió mi mochila y se comió el cebo y medio bocadillo que guardaba para almorzar. Le llamé la atención a la señora y no solo no se disculpó, sino que me envió a la m€. y me dijo que no podía estar allí. Llamé a la policía municipal, que me atendió perfectamente y me comunicó que enviarían una patrulla.

Hasta aquí los hechos. Ahora voy a hacer una reflexión: los perros hacen sus deposiciones sobre la arena, mean y defecan. He visto a pocos de sus dueños recoger los excrementos. ¿Y los orines que empapan la arena? Caminamos sobre ellos, ponemos nuestras toallas sobre ellos, nuestros hijos y nietos lo sufren€

Sr. Alcalde, ya sé que las comparaciones son a veces odiosas y dolorosas, pero le ruego tome nota: la ciudad de Barcelona tiene un espacio de 300 metros debidamente señalizado y vigilado por la Guardia Urbana a todas horas y con servicios correspondientes. Usted ha puesto a disposición de perros y dueños 2 km de playa€ Me parece exagerado e incorrecto. Francés C. Devís Marco. Valencia.