En pleno siglo XXI parece que en nuestra sociedad se ha impuesto el imperio de la sinrazón y el despropósito. ¿Es normal que estemos abocados a unas terceras elecciones, que se carguen a Pedro Sánchez por ser coherente con los votantes del PSOE, que el PP, envalentonado, pida la anulacion del juicio contra la trama Gürtel (si progresa la petición igual nos toca indemnizar a los acusados por daños y perjuicios), que Carlos Fabra esté escribiendo sus memorias, que Francisco Camps imparta clases de investigación en la Universidad Católica cuando su único mérito académico ha sido confeccionar una tesis doctoral por el viejo y conocido método de cortar y pegar, que Rita Barberá siga como senadora, etcétera? Ramón del Valle Inclán se frotaría las manos con tanto material para escribir uno de sus esperpentos. Benjamín Brotons Brotons. Godella.