Quiero concienciar a la juventud del siglo XXI de que las drogas son una cosa muy peligrosa. Las drogas tienen efectos instantáneos y muchos secundarios. Cuando alguien excede sus límites, su voluntad se duerme y no es capaz de pensar las cosas que hace; más tarde llegará el arrepentimiento, pero ya habrá llegado también la adicción. Efectos secundarios hay muchos, pero a destacar sobre todo que perjudican la salud, la inteligencia y rompen familias y vidas. La gente y las autoridades deberían reflexionar más sobre este asunto y desarrollar políticas formativas porque hay mucha gente que, debido al consumo de las drogas, no tiene la oportunidad de saber qué es el amor de una familia unida. Rafael Niederleytner Ripoll. Valencia.