Hoy, día 19 celebramos en Valencia el Día Internacional de la Infancia. Después del derecho a la vida, el de vivir en familia es el segundo derecho fundamental escogido por los españoles en la encuesta de 2015. España, como firmante de la Convención sobre los Derechos del Niño, tiene la obligación de poner en marcha todas las actuaciones y recursos necesarios para hacerlo posible. Igualmente, la Comunitat Valenciana debe asumir sus responsabilidades y trabajar para que todos los niños y niñas disfruten de este derecho. Un derecho fundamental que deben disfrutar también, a través de las vías específicas previstas por la ley, los niños extranjeros que viven en nuestro territorio o que tienen a sus familiares aquí.

Todas las encuestas de opinión realizadas en los últimos ocho años en nuestro país coinciden en señalar que la familia y la vida familiar es un eje vertebrador en la vida de los seres humanos y un pilar fundamental desde el punto de vista social y cultural. Siendo esto así, en el caso de la infancia es aún más importante, ya que por su edad y necesidades de desarrollo, los niños tienen más necesidad de cuidados, apoyo y protección por parte de sus padres, cuidadores y de otros miembros de su familia. Esta necesidad se agudiza, como muchas veces a denunciado Unicef, en el caso de los niños no acompañados que se encuentran en países en tránsito, puesto que al estar solos aumenta el riesgo de sufrir cualquier tipo de abuso y explotación o de caer en manos de redes de trata de seres humanos. Precisamente por esta razón, en la búsqueda de soluciones de protección para la infancia, deben primar siempre las que intentan preservar la vida familiar y los entornos familiares, salvo que existan razones que desaconsejen esta convivencia después de haber valorado para cada caso concreto, cuál es el interés superior del niño.

La encuesta realizada en 2015 a las familias numerosas españolas puso de manifiesto dos realidades que hoy vale la pena recordar. Por un lado, que es en la familia donde los niños y niñas adquieren los valores fundamentales que sostendrán su desarrollo posterior. Por ello, toda política familiar encaminada a cuidar y fomentar el ámbito familiar debe contemplarse como inversión social y nunca como un gasto. Y la segunda: el 74% de los hijos de familias numerosas mayores de 14 años desarrollan o están dispuestos a participar en tareas de voluntariado y ayuda a los demás. Este hecho nos indica que si realmente queremos una sociedad más solidaria, preocupada por las personas dependientes, acogedora con los que vienen de fuera e implicada con la ayuda a quien lo necesite, la inversión de tiempo, recursos y actuaciones adecuadas a favor de la infancia y de su entorno familiar es un camino seguro y rentable a corto plazo. Federico Costa-Jussá Bordas. (Asociación Más de dos-Familias numerosas de Valencia) Valencia.