Vayan por delante mis condolencias por la muerte de la ex alcaldesa de Valencia. Condolencias que hago extensivas a las familias de todas las otras personas fallecidas en España. Vaya por delante, también, mi desprecio a todos los que se han lanzado como hienas a criticar la decisión de Unidos Podemos de no participar en el sobreactuado minuto de silencio en el congreso. A todos ellos les pido que recuerden la posición de la Mesa del Congreso cuando falleció José Antonio Labordeta. A este luchador por la libertad, ajeno a cualquier sospecha de corrupción, que sí que había sido diputado „a diferencia de Barberá„ se le negó «porque no se había hecho por otros compañeros».

Y es que si el PP y sus acólitos se sentían llenos de escrúpulos por su distanciamiento con la investigada, nunca debieron tratar de minimizarlo echando balones fuera y sí aclarar que, con todo el dolor del mundo, no podían más que separar el aprecio que tuvieran por la persona del problema derivado de sus presuntas actuaciones ilícitas. Lo que sí ha parecido ruin ha sido intentar lavar la mala conciencia con tan patética sobreactuación. Jaume García. Valencia.