Nunca había visto en EE UU que se elija democraticamente al presidente y salgan a protestar los que no han conseguido derrotar al candidato, también los que no le votaron y los que ni siquiera fueron a votar, y los que no han conseguido lo que querían. No he visto a su vez salir a la calle la mayoria de los que han votado a Donald Trump diciendo que él sí es su presidente.

Los que protestan tuvieron su tiempo de elección para no votarle, ya por su programa que no les gustó, ya por su personalidad rebuscada, pero si no lo lograron, deberían aceptar el resultado. Y según dice Trump, ha habido también fraude electoral entre los que votaron a Clinton.

Me ha recordado fugazmente cuando unos impresentables salieron a la calle diciendo que Mariano Rajoy era persona non grata en su ciudad natal, pero inmediatamente a su vez salieron las personas educadas desmintiendo tal aserto, indicando en sus pancartas que sí era persona muy grata y bienvenida a su propia tierra tierra.

Creo que eso mismo debería pasar cuando la mayoría democrática ve a la minoría que protesta, y que deberían aquéllos salir para contrarrestar lo que democraticamente se ha elegido dignamente. Creo que precisamente la democracia, no es solo para aquellos que les tuercen la oreja o no sale,o no les gusta lo que no han conseguido en las urnas, y manifestándolo después descortésmente o insultando, creyéndose que tienen la verdad absoluta. La democracia es aceptar el resultado, a la persona a la que se le han dado honradamente la mayoría en las urnas, y esperar otras ocasiones mejores para ellos.

Si los mismos medios de información y comunicación dicen se equivocaron con la elección de Trump, es porque el pueblo estadounidense quiere un cambio positivo y sobre todo para su microeconomía doméstica. James Monroe dijo: «América para los americanos», que sería como decir EE UU para los estadounidenses. Francisco Javier Sotés Gil. Valencia.