Empezaría por una cuestión menor y es que hay que indicar que los goles no los encaja la defensa del Valencia, sino todo el equipo. Titulares de esta ralea a lo que pueden contribuir hasta en los mejores profesionales es que jueguen tensos y sufran lesiones musculares nada convenientes.

En la historia del Valencia CF, como en la de otros grandes, hay procesos históricos que se repiten de manera cíclica. El período 2008-12 recordaría al central de Arturo Tuzón hasta que yendo el VCF líder se vio obligado a dimitir por los exabruptos del entorno. Las temporadas 93-94 y 94-95 serían como las 2012-13 y 13-14; la 95-96 „la del subcampeonato de Liga con Luis Aragonés„ se asimilaría a la 2014-15, la de los 77 puntos y +38 de goal average; la 96-97 sería como la pasada 2015-16 „la chusma berreando contra Romario a pesar de su eficacia goleadora, y contra Nuno a pesar de los resultados positivos„ lo que en ambos casos provoca una caída del rendimiento del club. Hasta que llegamos a las temporadas críticas „en el sentido más técnico de la palabra„ la 97-98, con la 2016-17, en las que más se llega a sufrir en los primeros meses de competición pero en las que se acaba alcanzando un punto de inflexión de la tendencia tras el cual el Valencia CF inicia una fase que le lleva a la obtención de títulos y de éxitos deportivos.

Con esto quiero decir que Levante-EMV y otros medios deben dejar de lado los alarmismos y estridencias nada inteligentes, y tratar a la institución del Valencia CF con el respeto que se merece. Javier Almenar Pastor. Valencia.