El sábado 17 de diciembre fuimos al complejo La Petxina apasar un rato agradable en familia. Íbamos a ver un partido de baloncesto de aficionados senior, pero lamentablemente no fue nada lúdico.

El equipo visitante, de adultos, no jugaba a baloncesto, se divertía montando gresca, ordenando y liando continuamente a los árbitros; de hecho, uno de ellos abandonó el campo llorando tras faltarle el respeto y recibir un empujón. Y, cómo no, repartiendo leña al otro equipo, a diestro y siniestro, zancadillas, empujones, golpes, bofetadas... Afortunadamente, no hubo que lamentar lesiones graves, gracias a la deportividad y buena forma física de los más jóvenes, Escolapios. Un labio roto, magulladuras y moratones, pero sobre todo incomprensión y cierta humillación.

Ganaron los agresivos y diría que menos mal. Este juego es el que les ha encumbrado a los primeros puestos de la liguilla. La federación debería descalificarlos y expulsarlos de la competición, se trata de deporte, de educación y diversión y así no se logra.

No puede ampararse a equipos así bajo el lema «Cultura del esfuerzo». Y el equipo perdedor debe sentirse orgulloso, porque deportivamente ganó por muchos puntos.

Guillermina Montoliú Fornas. Valencia.