Como quiera que me gusta ver y oír el informativo de las 15 horas de Tele5, suelo conectar unos minutos antes. Y es miserable lo que ahí está ocurriendo; un programa en el que «cambian» la imagen de algún que otro, dicho con total respeto, ignorante salvo que ello se haga por dinero, en cuyo caso nada de respeto ni consideración pues se trataría de pura y simple escoria que vende su dignidad.

Y es que jugar, como lo hacen, con los sentimientos del ser humano, es deleznable y debería ser condenado de oficio por los tribunales de justicia. Además cuando implican a niños, que lloran cuando ven a sus progenitores u otros familiares convertidos en «otra cosa» que les durará hasta que salgan del plató y regresen a una realidad que, salvo que lo tengan asumido, les causará un daño cuyas dimensiones se desconocen. ¡Hay sí se pudiera ver a esas personas transcurridos ocho o diez días tras «el cambio»! Sí, miseria televisiva! Antonio Giménez López. Torrent