Escribo esta carta por si alguien me puede ayudar a entender lo que ocurre últimamente en la ciudad de Valencia. Con frecuencia, paso por calles en las que han puesto un carril para bicicletas, quitando espacio para el tráfico de coches. Pero me llama la atención que apenas veo bicicletas. No quiero mentir, el otro día pasaban dos. Y ayer iba un chico en bici con su perro acompañándole por el carril. Mientras tanto, aumentan los atascos de coches y el autobús en el que yo suelo ir ya ha dado dos frenazos porque hay conductores que, como tienen menos espacio, ocupan el carril bus. ¿Hay tantas bicicletas en Valencia?

A lo mejor es que yo no entiendo de esto: porque si hay autobuses, tranvía, metro y luego los taxis, pues... ¿de qué se trata?, ¿ de que los pobres no vayamos en autobús, sino en bicicleta? Quizás el objetivo es cambiar el hábito de los valencianos. El problema es que se lo dije a mi madre y me preguntó que cómo subía el carro de la compra a la bici. Mi padre, que trabaja por toda la provincia, que dónde va con la valenbisi, que además pesa un montón. Mi abuelo dice que ya no está para estas cosas. A mí que no me gusta la bicicleta, ¿me tiene que gustar a la fuerza? ¿Tenemos que ir todos ahora en bicicleta? ¿Bajarán el impuesto de vehículos? ¿Pondrán uno para las bicis? Como decía al principio, estoy sorprendido por estas novedades. Y las calles necesitadas de asfalto y cuidados. Nacho Sanchis García. Valencia.