Como activista animalista que soy,voluntaria en protectoras y de filosofía vegana, me he quedado horrorizada ante el ataque de unos perros en un pueblo de Alicante. Pero quiero ahondar un poco en este punto, pues no es la primera vez ni desgraciadamente será la última que perros de determinadas razas produzcan heridas e incluso la muerte. Para tener un perro de presa, la Administración solicita un test psicotécnico, un seguro y un certificado de no tener antecedentes penales.

Les puedo asegurar que la mayoría de los dueños no tiene licencia y por otra parte la patrulla verde tampoco va pidendo papeles por las parques. Lo habitual es que un puñado de descerebrados los hagan criar para luego venderlos a amiguetes igual de descerebrados. Y en este país solo se piden papeles cuando pasa una desgracia .

En mi opinión, estas razas, que son verdaderamente un arma letal, ya que cuando muerden no sueltan, no tendrían que existir; pero no solamente porque sean un arma letal, sino porque llevarlos como manda la ordenanza, o sea siempre atados y con bozal, es antinatural para un animal como cualquier otro que necesita correr jugar,olisquear y relacionarse con otros perros. Estos animales de aspecto fiero son casi siempre mascotas de niñatos cargados de testosterona, chulos de barrio, ansiosos de aparentar poder, por no mencionar las terribles peleas de perros en las que se apuestan cantidades millonarias y capitaneadas por verdaderos mafiosos.

La cría, aunque legal, de estos animales es un error y países como Inglaterra los han prohibido. Luisa Bello Selles. València.