En agosto del año 1826 de la Era Cristiana fue asesinado por la Inquisición en la ciudad de València el maestro de escuela Cayetano Ripoll, acusado de herejía. Fue la última víctima en España tras siglos de terror. Desde 1939 y durante cuarenta años, la dictadura impuso el nacionalcatolicismo, sin lugar a discrepancias. Todos católicos por decreto.

Hace varios años, Rita Barberá prohibió a cierta organización agnóstica su publicidad en los autobuses de la EMT, por respeto a los creyentes, dijo. Recientemente el Gobierno de Rajoy, en su reforma educativa, dio valor académico a la religión católica, lo que supone el adoctrinamiento forzoso de los alumnos. ¿Dónde queda el respeto a los no creyentes y sus derechos ciudadanos? Podemos decir que en España no hay libertad de culto, pues parece que el espíritu de la Inquisición subyace aún en la mente de gran parte de los buenos católicos. J. Miguel Martínez Lorente. València.