El día 18 de marzo, al finalizar la Nit del Foc, fue imposible evacuar la muchedumbre que lo contemplaba desde el puente de Aragón en dirección a la Gran Vía Marqués del Turia o Jacinto Benavente. Permanecimos atrapados más de una hora como arenques chafados en un tonel. El civismo, la paciencia de los ciudadanos evitó una tragedia. En algunos casos, personas más bajas con síntomas de asfixia eran alzadas por las más fuertes y altas para que pudieran respirar. Sobre las 2:30, cuando con gran dificultad pude llegar al cruce de Jacinto Benavente y Gran Vía, una ambulancia, con dos policías locales intentando abrirle paso, estaba atrapada.

Pensábamos que algún desmayo o contingencia similar imposibilitaba la evacuación. Pero mi sorpresa e indignación fue mayúscula cuando vi que lo que impedía el desalojo del puente y aledaños era que la calzada de la Gran Vía estaba llena de coches y motos. Cuando accedí al puente antes del castillo, unas vallas custodiadas por dos policías locales impedían la circulación de los coches en dirección al cauce del río. ¿Cómo fue posible que se retiraran las vallas y se permitiera el tráfico sin que la muchedumbre hubiera evacuado? Es un fallo de seguridad inadmisible.

Por cierto, hay que felicitar a los responsables de la seguridad del Metro de Valencia por las eficientes medidas de seguridad preventiva y a los empleados que las ejecutaron. Mi reconocimiento y agradecimiento. Antonio Guirado. Godella.