Los políticos deberían librar sus guerras internas con dinero del partido y no con el de los contribuyentes. Como ejemplo, la reciente falla municipal Valencia, Ca la Trava, una sátira humorística sobre los proyectos nunca construidos de la ciudad de Valencia: pero hay muchos más proyectos que se pagaron y no se ejecutaron. Esta obra se comenzó por el PSOE, pensando en la torre como base de telecomunicaciones, con una altura de 382 metros. El proyecto fue muy criticado por estar en la zona de tránsito de aviones, por lo que decían que su ubicación no era correcta. Circunstancia que aprovechó el PP en 1996 para paralizarla y demoler la cimentación que ya estaba construida, para ubicar y construir el Palau de les Arts Reina Sofía.

No entro en los motivos y en si el cambio si estaba justificado o no, pero no se puede hacer crítica del pasado en la falla, pues la tradición es hacerlas del presente. Si la intención es gastarse el dinero de los contribuyentes en este tipo de cosas, estamos apañados. Estoy seguro de que los que mandan ahora cometerán actos para ser criticados por los que vengan después y está claro que pueden hacerlo, pero con su dinero. Enrique Fernández Iniesta. València