El pasado miércoles, Viçent Martínez escribía una carta contra aquellos que, segun él, atacan a la Iglesia Católica. Y yo le digo que no debe ser tan subjetivo. Somos muchos los millones de españoles que estamos en nuestro derecho de que no se nos imponga una religión por decreto. Ya estuvo bien con los famosos cuarenta años de dictadura.

Los españoles vivimos en un Estado aconfesional en donde según la Constitución ninguna religión debe prevalecer sobre otras o sobre otras formas de creencias. Estamos hartos de que una religión se imponga a todos los niveles en nuestra sociedad y que encima sus seguidres se molesten cuando creemos que los actos religiosos no pueden ser lanzados desde entidades públicas (Televisión Española, universidades, etcétera).

A mi lo que de verdad me importa es que no se nos impongan fantasías basadas en dogmas obsoletos y que nada tienen que ver conmigo. Y creo que así pensamos millones de españoles. ¿Quieren ver misa en la tele? Pues es muy sencillo. La Conferencia Episcopal tiene medios afines en donde esto se puede conseguir. ¿Quieren capellanes en el Ejército? Pues que sus partidos cambien la Constitución y añadan un artículo para que sea obligatoria la presencia de los capellanes en un ejército que es de todos los españoles, no de unos cuantos.

Y en cuanto a lo de que es mejor vivir con Dios y con la iglesia, solo decirle que eso será para usted. Yo vivo muy a gusto con mi familia, mis aficiones y mis mascotas. Lo de dioses, misas y demás, para ustedes. A mi no me sirve para nada. Miguel Ángel Lorenzo. València.