Cuanto más mayor me hago, menos entiendo este mundo. Después de ver a ese sinvergüenza diciendo que tenía más tumores que nadie, sólo con miras a que la gente diera dinero para él poder vivir como un rey, burlándose de las personas que, de buena fe, le mandaban el dinero para una enfermedad que era una gran mentira. Igual que el padre que usó a su supuesta hija enferma de una enfermedad rara para ganar gran cantidad de dinero.

Cómo es posible que haya personas con tan malas entrañas y tanta mala fe. Estos parásitos irán a la cárcel, pero con buena conducta a los pocos meses estarán fuera y con la fama que adquieren las televisiones se lo rifan (eso sí, pagándoles) y ellos, el dinero que han recibido con mentiras y malas artes lo tienen a buen recaudo lejos de España y cuando salen a la calle tendrán mala fama pero el dinero no lo devuelven. Qué poca vergüenza y qué malas personas. Se merecían que los dejaran en la miseria y se expulsaran de este país que no merece tener alimañas de esta calaña. Jesús Clemente Ralo. Aldaia.