No elegiste la fecha, coincidió con la de dos genios de la literatura (Cervantes y Shakespeare), fue el 23 de abril de hace 22 años. Dado que curiosamente también fuiste un genio en otros campos, es una bonita anécdota.

Fuiste, eres y serás conocido como maestro, llegaste a ser el catedrático de Anestesiología, Reanimación y Unidad del dolor de la Facultad de Medicina de Valencia. Maestro de las múltiples habilidades que poseías y de las que nunca quisiste presumir, ya que entendías el conocimiento, el avance y la mejora como la aportación de muchas personas. Hiciste gala de compartir el protagonismo con las personas de tu amplio entorno en los múltiples proyectos que tenías en marcha. La historia no tiene el espacio para tu nombre, profesor Vicente Chuliá Campos, junto a quienes han realizado mejoras, avances, abierto caminos de exploración, investigaciones, transmitido conocimiento de calidad, en definitiva junto a pioneros, que como vos, hacen avanzar y mejorar nuestra sociedad. Que sepas, que para intentar compensarlo, le he pedido al actual alcalde, Joan Ribó i Canut, profesor universitario como tú, que tenga a bien estudiar la posibilidad de ponerle tu nombre a una calle de València, esa ciudad de la que presumías maravillas donde quiera que fueses. Humildemente le recuerdo desde aquí al equipo de gobierno que valore esa posibilidad.

No te puedes ni imaginar lo que han avanzado las cosas en casi todos los campos a los que aportaste tu saber. Como en el transporte aéreo de enfermos, del que puedes presumir de haber realizado el primero statal entre países, cuando la UE no existía, donde ahora hay prototipos de aéreo-ambulancias semiautónomas, que creo llegarán a ser una realidad. ¡Pueden transportar a heridos estabilizados hasta el hospital sin piloto presencial! ¿Te imaginas?

En València, organizado entre otros por tu estimada Universitat de València, se celebrará entre el 2 y 5 de mayo un encuentro conjunto estatal de trauma y excarcelación, que reunirá equipos de sanitarios, bomberos, rescatadores y estudiantes para organizar simulacros en toda regla como esos que tú organizaste, ejecutaste y fuiste pionero.

Como dijo un amigo y colega tuyo. «te fuiste dando una lección magistral de como no habían de hacerse las cosas ante un accidente en la carretera». Y te puedo confirmar: hemos mejorado muchísimo en ese aspecto, se han reducido las dramáticas cifras y como puedes observar, estamos en la buena senda para seguir mejorándolas. He aprendido muchísimo de tus enseñanzas e incluso sigo aprendiendo, disfruto de mejorar mi formación en emergencias y como mejorar la coordinación de las diferentes especialidades en la intervención. Siempre en mis pensamientos, siempre en mi corazón, tu hijo, un bombero-conductor, que te tiene siempre presente. Armando Chuliá Blanco. Palma.