Tengo dieciséis años, soy miembro de la Unión Musical de Montesa desde hace dos años, y me he dado cuenta de que muchas personas tratan a los músicos como si fuéramos máquinas. Pero somos personas que de vez en cuando necesitamos respirar, descansar y beber algo, no somos radiocasetes, incluso a estos se le acaban las pilas. He decidido escribir este texto para que la gente sepa cómo tratar a un músico.

Lo primero que deben saber es que frases como «si no tocáis no cobráis» o «¡ye, va, tocad!» molestan y sientan mal. Si las personas intentan que los músicos se sientan como en casa, van a estar más a gusto y sin darse cuenta van a tocar más. Ofrecedles algo de beber o de comer para que estén más felices, siempre es mejor ver a los músicos saltando y bailando a la vez que tocan, que unos músicos parados y desanimados. No toquéis los instrumentos sin avisar, pues son nuestra herramienta de trabajo y cuestan un dineral; otra cosa es pedirlos para que los toquen vuestros hijos o quien sea, eso por supuesto, pero siempre hay que pedirlos.

Cuando vamos por la calle en formación, intentad no pasar bailando y saltando, porque con un golpe que nos deis a un músico de viento podéis herirnos el labio y no poder tocar más en todo el día. Y cuando pidáis canciones, no pidáis el repertorio entero, podéis pedir algunas, pero no venir cada minuto a pedir una, porque la cabeza del músico al final explotará. Espero que esto sirva para hacer reflexionar a algunas personas, y recuerda si tratas bien a un músico, ya te habrás ganado su amistad y su buena música para toda la vida. Mireia Niembro Cerdà. Montesa.