Basándonos en el principio de subsidiariedad, el Estado no debe intervenir donde el ciudadano llegue. No se hace justicia con todo el mundo, porque hay gente que ni siquiera votó a este Gobierno y el Estado no tiene que intervenir en la ideología de cada familia bien sea religiosa, atea, etcétera. Lo único que se pide es respeto y libertad. Luis Carreño Meléndez. València.