La mudez de Jiménez, que le impidió felicitar al secretario general como portavoz de la gestora, la elegancia de Patxi López, el mal perder de Díaz, incapaz de mantener su perorata de ponerse a la orden del secretario general y hasta de pronunciar su nombre y permanecer en la sede del partido para escuchar a quien es, desde ayer, su líder aunque le pese, el saber ganar contra todo pronóstico de Pedro Sánchez, la estatura política del actual presidente del gobierno, más atento a la liga de fútbol que a la actualidad política. Ha sido un buen día en el que los militantes del PSOE han puesto en su lugar a los conspiradores y a los funcionarios vitalicios de su partido. Confiemos en que todos tomen nota de lo sucedido. Miguel de la Guardia. València.