El otro día, el diario publicó el listado de las 51 calles de València cuyos nombres vn a cambiar en aplicación (por fin) de la Ley de Memoria histórica. Me puse a repasarlas con verdadero interés y me encontré con la sorpresa de que una de ellas era la plaza de Zumalacárregui. Lo comenté con un amigo de Compromís y scuando le dije que Zumalacárregui fue un general de la primera guerra carlista, que luchó en la guerra de la Independencia y luego a favor de «su rey, Carlos V (Borbón)» y que falleció en 1835, su respuesta fue que «lo han hecho en la Universitat».

La universidad es el templo del saber, pero acoge a gentes que han pasado por ella, pero que la universidad no ha pasado por ellos, (afortunadamente los menos) y errores los cometemos todos. Mi impresión es que alguien vio que el duque de la Victoria (Zumalacárregui) era un general y dijo: «Éste, fuera».

No creo que un general de la primera carlistada tenga nada que ver con el franquismo, ni que merezca ningún desdoro cuando se honra a otro general de la segunda guerra carlista como nuestro casi paisano Ramón Cabrera. Cuando la comisión de Cultura del Ayuntamiento ha aprobado los cambios y leo en el periódico que «no hay duda de que esos nombres estaban vinculados al franquismo», no he podido resistirme a enviar estas líneas. Víctor M. Benito y Díaz-Flor. València.