Al final volvemos al principio, el cambio de 51 calles. Al cabo de un montón de años en los que los ciudadanos se han acostumbrando a ellas, se les ocurre a algunos complicarnos la vida. ¿Acaso no han pasado tantos años desde que terminó la guerra para que las heridas estuvieran ya cicatrizadas, que hay que ver que alguien desea nuevamente recordar pasados tiempos y que estos cambios nos van a costar gastos innecesarios y obstáculos? Enrique San Valero. València.