Desde que llegué al Portet hace 15 días no ha desaparecido la turbidez del agua. Donde antes te podias ver la uñas de los pies hoy no te ves ni las aletas para nadar. Donde se veían en la orilla peces de más de un palmo de largo hoy no se ve ni uno, no sé si sencillamente no se ven, si han muerto ahogados o han tenido que emigrar a aguas más limpias para sobrevivir. Esa turbidez afecta a la luz que reciben las posidonias, afortunadamente abundantes en esta playa, que tampoco se ven cuando vas nadando por encima de ellas. Esta falta de luz afectará al desarrollo de las mismas lo que acarreará los consiguientes problemas ecológicos.

Estos problemas surgen porque se ha incumplido lo que dice el cartel anunciador de la obra del Gobierno de España Pla litoral-2017 : Aportación de arenas a la playa del Portet de Moraira. Lo que se ha vertido, según dicen, es la nada despreciable cantidad de 8.000 T de triturado de piedra de cantera que nada tiene que ver con la arena proyectada y presupuestada. Cambian desde la composición a la textura y el tamaño del grano.

Lo que tenemos ahora son unos trozos de piedra de más de 1 mm. cuyos cantos son aristas que resultan punzantes para los pies. El agradable paseo por la orilla del mar se ha convertido en un tormento que te hace desistir del mismo. Ya veremos el aumento de visitantes que se pretendía en que queda el año que viene.

¿Quién es el responsable de este desastre? ¿Quién ha certificado y recibido la obra acabada? ¿Quién va a pedir responsabilidades, mejor dicho daños y perjuicios y la reparación del desaguisado ecológico causado a la empresa constructora? Silvia Cano Senent. Rocafort.