En el programa la Sexta Noticias de ayer se informaba que en el Hospital de la Ribera, de gestión privada, se realizaba, mediante biopsia, la información sobre el diagnostico de cáncer de mama más rápido de España. Ello permitiría en pocos días iniciar el tratamiento y para certificar esta afirmación aparecía una paciente sonriente y satisfecha de haber conocido rápidamente que padecía esta enfermedad.

En la Comunidad Valenciana, en distintos hospitales, trabajan varios médicos y patólogos de reconocido prestigio internacional en cáncer de mama, entre los que no se encuentran los del Hospital de la Ribera. Este reconocimiento se debe a su experiencia clínica en esta enfermedad, los trabajos de investigación presentados en Congresos Internacionales y las numerosas consultas como «segunda opinión» ante casos complejos.

Imagino que esta mañana los directores de los Hospitales a los que me refiero habrán llamado a sus médicos de referencia para preguntarles cómo pueden explicar que diagnostiquen e inicien el tratamiento de sus pacientes de cáncer de mama con un retraso sobre el Hospital de la Ribera. Por lo tanto o deben asumir esa técnica o remitir los pacientes al Hospital de Alzira.

Todos los Hospitales realizan el primer diagnóstico, inmediatamente tras la biopsia para distinguir la cualificación de lesión benigna o maligna. A este diagnóstico le siguen diversas pruebas moleculares para identificar el tipo de los diferentes cáncer de mama que es el que define tratamiento y pronostico.

Creo que los médicos además de ser referentes técnicos, deben ser referentes éticos comprometidos y estoy seguro que hoy le habrán planteado esta cuestión a la Consellera de Sanidad. No creo que opten por el silencio como expresión de una omisión interesada. Utilizar a una enferma, como portavoz, al finalizar la biopsia es una grave falta profesional, porque en ese momento no sabe cómo la trataran ni qué pronóstico tiene. Javier García-Conde Bru. València.