Señores responsables de los supermercados Consum, desde mi humilde posicion, de consumidor y cliente quería recordarles que no necesito que me envíen detrás al vigilante casi cada vez que voy, o que se plante delante observándome sin disimulo, qué pena de servicio de verdad, y me consta que no soy el único sufridor de sus malas artes. Hace poco una amiga me contaba que su padre, guardia civil retirado, enfermo, se desplaza con andador, y el individuo de seguridad siguiéndolo hasta que el pobre hombre se plantó: no todo vale. ¿Está claro? José Noguera. València.