Hace casi 25 años que vivo en València, en el distrito de Extramurs, al lado de la estación del AVE, a tiro de piedra de la oficina que tiene Correos en la calle San Vicente. En todo este tiempo me han remitido decenas de cartas y paquetes certificados y, sinceramente, no recuerdo la última vez que dichas cartas o paquetes me fueron entregados en mi casa, ni siquiera si alguna vez ocurrió tal cosa. Sistemáticamente, me encuentro en mi buzón el «Aviso de llegada» donde se me indica que me encontraba ausente el día y a la hora en que el cartero pasó por mi casa, para que pase por la oficina de Correos a recogerlo.

¡Qué casualidad! A pesar de que en mi casa, casi siempre, suele haber alguien, cuando pasa el cartero, mi esposa, mi hijo o yo mismo debemos estar despistados o en la ducha, porque nunca nos pillan dispuestos a recoger la entrega certificada. ¿Seré el único al que le pasa esto? Javier Sancho Sebastián. València.