Desde que el gobierno catalán anunciara la celebración de un referèndum de independencia no hemos dejado de oír machaconamente por parte de políticos y ciudadanos, que se trataba, sin duda, de un golpe a la democracia, de un Golpe de Estado. Esta carta va dirigida, pues, a todos aquellos que hablan del 1-O como si de una asonada se tratara.

Según el diccionario un Golpe de Estado es «la toma del poder político, generalmente por fuerzas militares o rebeldes y bajo las armas, vulnerando la legitimidad institucional establecida en un Estado y, por ende, las normas legales de sucesión en el poder vigente con anterioridad, nacidas del sufragio universal y propias de un Estado de Derecho».

Pues bien; por más que he mirado en muchos informativos de distintas cadenas, no he conseguido ver a los Mossos d´Esquadra entrar, armas en mano, en Madrid y derrocar al gobierno legítimamente elegido en las urnas para instaurar otro tipo de régimen; ¿y ustedes?

Con independencia de que este gobierno no se merece estar al frente del Estado, ¿acaso alguien podría comparar a Junqueras y Puigdemont con Tejero y Armada? No seré yo el que defienda a los primeros; no soy independentista; ni siquiera nacionalista. Mucho menos defenderé a los segundos por razones obvias. Pero muchas personas deberían medir sus palabras para evitar enfrentamientos entre la población que no conducen a nada. ¿O es que en este país no hemos aprendido nada de nuestro pasado reciente? Usemos todos el sentido común. Òscar Campos Caudé. València.