Platón decía que el conocimiento no distingue de opiniones, debe ser objetivo, como la historia o la educación. No da a pie a dos versiones, en este campo solo hay una verdad. Todos sabemos que quien tiene la educación tiene el control del futuro, el profesor es de las personas que más influye en su alumno. Esto lo hemos estado viendo estos últimos años en Cataluña, cuando una mentira se repite mucho se convierte en verdad. Los jóvenes catalanes han ido creciendo y formándose en una ideología secesionista, de pensamiento único, con odio al estado opresor y una base de la historia catalana falsa, fundamentando el independentismo en un concepto sentimental más que racional, es decir, apoyando sus teoría más en el alzamiento nacionalista catalán y en una ideología equivocada que en cuestiones históricas, económicas o políticas. ¿Los independentistas de verdad piensan en la independencia a través de la razón? ¿O apelan más al sentimiento? Sin duda la educación es la llave del mundo.