«Carlitos I, el dos veces breve», y no por ello «dos veces bueno», autoproclamado Rey de la República Independiente de Catalonia y conocido últimamente como "el tocata y fuga" ha culminado el «procès» iniciado hace unos 30 años y permitido por los presidentes de los gobiernos españoles - Suárez (UCD), Calvo Sotelo (UCD), González (PSOE), Aznar (PP), Zapatero (PSOE) y Rajoy (PP)- que, al necesitar el apoyo de los nacionalistas -más tarde independentistas y trincones- para mantenerse en el poder, con su dejadez y olvidando la Constitución Española, les permitieron, poco a poco echar a España de Cataluña.

Retirada de las banderas de España de los edificios oficiales, inmersión lingüística con multas a los comercios rotulados en español, falsificación de la historia, pseudoembajadas, desvío de fondos, silenciar a la mayoría de los ciudadanos y, en definitiva, la técnica goebbeliana de que una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad. Y han sido miles de mentiras.

Aquí, y ahora, desde un par de años, la Comunidad Valenciana, no Països Catalans, que no somos los sudetes checos, aunque los cachorros de la CUP ya hayan realizado alguna razia, nos vemos inmersos en un «Procès II», el «Procès del Botànic».

Subliminalmente, de tapadillo, en el balcón del Ayuntamiento de Valencia, la bandera tricolor de la II República transmutada en pancarta. Y no tan de tapadillo. En un ayuntamiento muy cercano al «cap i casal» se asoma, en una ventana de su fachada, de forma permanente.

Subvenciones millonarias a asociaciones independentistas, eliminación de las concedidas a las defensoras del valencianismo, adoctrinamiento escolar, himnos que ya no se escuchan, retirada de carteles de las calles en español, colocación de señales de tráfico sólo en valenciano y que le han valido al concejal Grezzi, discípulo tardío y aventajado de Fraga Iribarne, un tirón de orejas del «Síndic de Greuges», son algunos de los hechos de este «Procès II». ¿Se encamina la Comunidad Valenciana a un 155? Salvador Ruiz Gómez. València.