Basta pegar un vistazo a las portadas de los periódicos de las últimas semanas para advertir que todo lo noticiable gira en torno al llamado «proceso soberanista». Pero ese flujo informativo, no sólo se plasma en los periódicos. Y no me refiero al contenido cuasi monotemático de los Telediarios. Ha impregnado redes sociales, chats y cualquier canal de comunicación. Dicho lo anterior, a modo de reflexión, se advierte igualmente que el contenido de «las cartas al director», también es sensible a la situación actual.

Lejos han quedado los artículos que se publicaban en esta tribuna en los que igual se denunciaba una baldosa mal colocada en la calle Padre Ferris, la queja vecinal del «after», o la falta de higiene de los «pipi can». Desde que ha cuajado el llamado proceso, la inquietud de los lectores claramente ha mutado hacia una inevitable ansia de dar su opinión en relación a la situación que se está viviendo con nuestros vecinos.

No deja de ser curioso patentizar la metamorfosis experimentada por los lectores que ayer pedían más iluminación en la esquina de su barrio y hoy, convertidos en expertos constitucionalistas, valoran las consecuencias de la aplicación del artículo 155 CE. Pero es lo que hay. Ese es el termómetro del estado de opinión. Fede Moreno Botella. València