Reconozco que en temas jurídicos y en derecho penal, sé poco o casi nada. Daba por hecho que el desacato a la Constitución y a leyes vigentes, es un delito penal con agravantes, si es reiterativo. Con sus contradicciones e interpretaciones en las mismas causas penales o cuestionando los sistemas judiciales quedan en evidencia. La falta de equidad y la disparidad de criterio son palpables. Algo atroz sucede con la llamada justicia, si amparándose en la libertad de expresión, la tratan de fraudulenta, insidiosa, frustrante€ si hay abogados que defienden a quienes la violan reiteradamente. Se agrava el procedimiento que nos ocupa cuando se procesa en Bruselas, la capital de UE. La afrenta es extensible a todos sus integrantes. Deberían decláralos personas non gratas. Cerrar final con el Gobierno español de forma tajante y contundente. Extraditar a España a los encausados de forma fulminante. Sin inmiscuirse en nuestro ordenamiento jurídico y mucho menos dejarlo en entredicho.

No solo en España hay decisiones desafortunas en lo político, judicial o administrativo, pero por fortuna no es un país tercermundista. Aquellos que desde fuera o dentro de España recuerdan a Franco son los verdaderos franquistas. En la UE por desgracia también hay borrones con tintes separatistas, incluyendo en Bélgica. No sería prudente encender la mecha de la discordia separatista. Demando prudencia en un asunto tan delicado. Una resolución no procedente, puede crear un efecto dominó sin precedentes, con consecuencias irreparables en la UE. Roberto Tarazona Mascarós València.