Antes de la nefasta e ilegal consulta del 1-O,los Mossos d´Esquadra que juraron la Constitución en su toma de posesión, y que como funcionarios policiales estaban obligados a hacer cumplir la ley, ya dijeron que ellos no iban a reprimir a sus ciudadanos, por ejercitar el derecho de votar. Lo que es una incoherencia, pues si no hay legalidad no corresponde realizar la votación. Después del relevo del mayor Trapero ya empiezan a decir que si hay que detener a Puigdemont, que lo haga la Guardia Civil o la Policía Nacional.

Por otra parte, los patriotas con sus banderas españolas, fueron a ejercitar su derecho de libre expresión y a dar su descontento a Radio Catalunya, y los Mossos quisieron reprimir esa manifestación. También ocurrió que de forma brutal apalearon a Álvaro de Marichalar por protestar pacíficamente y valientemente con la bandera española frente a los independentistas, y ante el Palau de la Generalitat. Creo que en el fondo los Mossos son policías políticos.

Puigdemont se fuga a Bélgica, gasta a troche y moche y nadie sabe de dónde saca el dinero. Encima quiere presentarse a candidato a las nuevas elecciones del 21D. El ministro portavoz del Gobierno dice que Puigdemont y sus acólitos pueden presentarse como candidatos a esas elecciones dejándome perplejo. ¿Desde la cárcel? ¿Desde el exilio? Hay que ver qué tragaderas más grandes tiene nuestra democracia. Francisco Javier Sotés Gil. València.