Me indigna y asquea la violencia contra las mujeres, y la violencia en general y fui a la manifestación del día contra la violencia a las mujeres en el Parterre de València a reivindicar más esfuerzos en erradicar estas actitudes y solidarizarme con las víctimas. Me incorporé a unos cincuenta metros de la cabecera, sin buscar ningún protagonismo. Estando en un grupo sin pancarta en el que éramos tres hombres en esa zona, uno de ellos con su compañera, se nos acercó una mujer del servicio de orden que nos dijo en un tono agrio que allí no podíamos estar porque esas zonas era solo para grupos de mujeres y que si queríamos nos podíamos incorporar al final.

Evidentemente se me quitaron las ganas de seguir allí y me fui a casa con el consiguiente enfado, sintiendo además de solidaridad con las víctimas de violencia de género, mucha vergüenza ajena. Yo creía que esta fase ya se había superado, pero lamentablemente todavía quedan mujeres y, lo que es peor, organizaciones que piensan que los problemas de las mujeres son solo de ellas lo cual no es solo un error, sino una forma más de discriminación.

Pasado el cabreo, el año que viene volveré a la manifestación y espero que cada vez haya más mujeres concienciadas y más hombres... si nos dejan. Juan Pèrez Eslava. València.