Podemos decir que en la realidad más reciente vivimos en un mundo multi-pantalla. Las nuevas tecnologías nos acompañan las 24 horas del día y es cada vez más difícil encontrar a alguien que esté 100 % concentrado en una sola cosa. Estamos tan acostumbrados a intentar hacer trescientas cosas a la vez. El ritmo de vida ha aumentado con la llegada de las nuevas tecnologías y vivimos en un mundo donde todo tiene una rapidez frenética. Ahora se espera mucho más de nosotros y también esperamos mucho más de nosotros mismos. Es muy difícil dedicar mucho tiempo del día a una sola cosa porque pretendemos hacer más de 48 cosas en menos de 24 horas. Y no nos damos cuenta de la importancia de saber estar tan sólo por una única cosa, porque al final, es mucho mejor tener algo bien hecho que 300 chapuzas. Caterina Alonso Mestre. San Francisco (EE UU).