Ya tenemos aquí el último invento de los burócratas europeos: el código LEI. Un código que identifica a las empresas financieras que por extensión han hecho obligatorio a cualquier empresa por el hecho de poseer unas acciones o un fondo. La obtención del código en España pasa por el Registro Mercantil y cuesta 128 euros; pero ojo, hay que renovarlo todos los años. ¿No bastaba con el NIF? ¿Y por qué hay que pagarlo, no podría ser gratuito como el propio NIF? ¡Y encima renovarlo cada año ! ¿No se trata de otra manera de explotar a las pymes? José María Sancho Navarro. Canals.