Cuentan las crónicas que Rodrigo Díaz de Vivar, también conocido como El Cid, vino a refugiarse al reino árabe de Valencia tras el famoso episodio de Santa Gadea, entrando como mercenario al servicio del rey. También se cuenta que conquistó y poseyó la ciudad. En cualquier caso, tras su muerte, Valencia continuó siendo un reino árabe hasta su definitiva incorporación al mundo cristiano gracias al rey Jaume I, el cual dotó de una legislación propia y definió los límites territoriales de este nuevo reino refundado por él. Así pues, por lógica y atendiendo a los hechos que nos revela la historia ¿podemos seguir llamando a nuestra ciudad Valencia del Cid? J. M. Martínez Lorente. València.