Dos meses y medio después, contemplamos como la cuadrilla separatista resiste a ese propósito de los constitucionalistas de despojarles de la ilusión por hacer una Cataluña decadente. Hemos presenciado como Ciudadanos, «los Novatos», poco a poco fueron prosperando y poco a poco consiguieron vencer en las elecciones, pero ese vínculo del separatismo hizo ver al mundo que esa idea infructuosa, va a ser complicada de enterrar.

Huido de la justicia y con graves cargas, observamos como Puigdemont solicita, presiona, insiste, con todos los apoyos de la pandilla, en un nombramiento que, el cual, toda persona con inteligencia considera inválido. Ahora sí, no vamos a ver a Puigdemont presidente en Cataluña; vamos a ver al querido Articulo 155 de nuevo en Cataluña. Santiago Martínez Muñoz València.