Ya en febrero, a algunos aún les dura la resaca navideña, y ya hace más de un mes desde el fin de esas fiestas. Por otra parte, cabe resaltar también que en un mes comienzan las Fallas, por lo que el tiempo no para. Salimos de una fiesta y nos metemos en otra, bendito calendario que nos da esos descansos y nos ofrece la oportunidad de demostrar lo que son las Fallas, (no sólo petardos y fiestas) y lo que somos los valencianos. Jaime Mollá Font. València.