Cantidad de aviones llegan a su destino cada hora, pero basta que uno se estrelle para que sea la gran noticia. Y así pasa con multitud de situaciones hoy en día. Da la sensación de que vivimos en una sociedad pesimista y depresiva. ¡Cambiemos! Alegrémonos por todo lo bueno que tenemos, por todas las buenas noticias que nos llegan a diario, para poder así enfrentarnos con alegría y con fe a las adversidades, porque tras la tormenta siempre viene la calma. Y así, poco a poco, transformar el mundo. Juan Villanueva Lull. València.