En estas fiestas falleras hemos disfrutado mucho de los monumentos falleros, música, charanga y fiesta, cohetes y alegría. Los artistas falleros durante todo el año han construido las fallas, pagadas por cuotas, loterías, promotores€ Aquellos como Picasso, Van Gogh, Gauguin, Goya... con sus pinceles y pintura pintaron cuadros como la Gioconda. Y ahora los nuevos artistas han hecho deleitar a transeúntes, viandantes y turistas. Los niños con sus madres, como mascotas de Lewis Carroll en Alicia en el País de las Maravillas han disfrutado y paseado por las calles. Es un mundo para reír.

Anteriormente, en las diferentes iglesias han orado a la misma fe que el muchacho de Las aventuras de Tom Sawyer, escrito por Mark Twain. Las aureolas de los santos nos convierten en más santos y existenciales: Dios, en la creación da beneplácito de la humanidad, como Gaudí predicando la eternidad, que es Jesucristo. La Cruz y el rezo, es la hermandad. Sed todos hermanos y nunca moriremos , y Dios podrá llegar más lejos creando hombres en otros planetas sabiendo que serán justos, y así Dios les desvelará sus secretos. Creamos en él y en el coro de los ángeles que lo anuncian.

Antes hemos rezado para saber del misterio de Dios, ahora veo un fallero con su traje perfecto€ Me viene a ver, espiritual, tradición y cultura, abrigado con ángeles que levitan. Las iglesias emiten haces a los creyentes, para convertirlos como San Francisco de Asís. Las fallas perfectas, aprendamos a reír€ En Sevilla, Dios me hizo santo con un haz. La fiesta fallera, con sus ninots, nos da comicidad. Vemos en la televisión al gordo y al flaco para hacernos reír. Debemos reír como las estrellas: la resurrección de los muertos y su reino no tendrá fin. El gordo y el flaco nos hacen reír, como las estrellas€ Francisco Benavent Espí.

Carcaixent.