Los políticos se rasgan las vestiduras cuando se les solicita una mayor colaboración para encarcelar a los grandes clanes que viven en los poblados marítimos (Canyamelar). Se están enriqueciendo con la venta de droga, la policía para diariamente por los puntos de venta pero mira hacia otro lado. El Partido Popular, con más de 20 años en el gobierno valenciano, jamás se implicó ni quiso escuchar a los vecinos que pedíamos ayuda. Además, recibimos amenazas e insultos por parte de esta gente. Algunos vecinos tienen miedo a denunciar por temor a represalias. Con el nuevo gobierno en la alcaldía y la Generalitat tampoco puede decirse que la situación haya mejorado y tengamos que estar conviviendo con esta gente.

Llegaron a València desde Barcelona personas de etnia gitana porque la Casa Real debía casar a su hija, Cristina de Borbón, en la ciudad y el expresidente Jordi Pujol no tuvo reparos en expulsarlos de la ciudad. Barcelona debía ser una ciudad sin ningún estigma para no causar a los invitados de varias casas reales una mala imagen, era una boda de Estado.

Son muchas las calles que tiene ese punto de venta, no las voy a enumerar porque de sobra las fuerzas de seguridad están al corriente de lo que se vende en esas calles. Las autoridades o políticos son los máximos culpables de que vivan de ese modo. No existe un control para investigar de dónde pueden obtener casas, coches, todo tipo de enseres domésticos (televisores de plasma, equipos de música, móviles, videojuegos, etc.)

Si dicen que Hacienda somos todos ¿por qué a estas personas no se les hace pagar impuestos como hacemos la mayoría de españoles? Esto no es una invención, esto ocurre desde hace muchos años y aunque algunos se molesten por decir la verdad antes de juzgar, que se abstengan de hacer comentarios. Matilde Bartual Sánchez. València.