La última riada del Ebro que ha anegado 20.000 hectáreas en Aragón y ha dejado pérdidas de más de 25 millones de euros en esta tierra, ha abocado al mar más de 2.200 hectómetros cúbicos, equivalente al agua que consumen los hogares de toda España durante un año. Del embalse de Flix (Tarragona), el último pantano que tiene el Ebro antes de desembocar en el mar, salieron más de 150 hectómetros cúbicos cada 24 horas. Es la cara de la moneda frente a la cruz de comunidades como Valencia y Murcia que están cansadass de pedir agua para riego y consumo. Pero hay gente que prefiere que se tire al mar antes que trasvasarla a otras comunidades que lo necesitan justificando su falta de solidaridad con el argumento que ellos llevan décadas esperando pantanos prometidos en la cuenca del Ebro.

Los españoles deberíamos tomar medidas para que algunos se dejen de excusas de mala fe y actúen con generosidad. Enrique Fernández Iniesta. València.